miércoles, 7 de octubre de 2020

El viaje de economía mexicana

El 01 de julio 2018 más del 50% del electorado mexicano eligió a Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como presidente electo con la férrea promesa del cambio económico y social fundamental y necesario para México. Algo que el propio AMLO denominaría la Cuarta Transformación.


Dos años después de su administración, la mala gestión de AMLO ha contribuido a que la economía mexicana se encuentre entre los mercados emergentes más afectados por la pandemia de COVID-19. Al mismo tiempo, la negación que AMLO ha tenido frente a la pandemia, similar actitud a la de Trump, ha convertido a su país en el tercer país con el número más alto de muertes por COVID en el mundo.


A menos que AMLO cambie de opinión generando un cambio de política abrupto, se esperan cuatro años más de problemas económicos y sociales en México. Esto se ahondaría mucho más de concretarse la segunda ola de la pandemia en Estados Unidos, y/o si la situación de liquidez internacional actualmente muy favorable llegara pronto a su fin.

Incluso antes de que ocurriera la pandemia, la economía de México ya se mostraba deficiente. Sorprendido por las políticas hostiles de AMLO con el mercado y por su debilitamiento de las instituciones económicas mexicanas, la inversión nacional y extranjera dio un giro hacia el temor económico. Como resultado, ya en 2019 el país se encontró en recesión.


Como ha sido el caso de muchas otras economías de mercados emergentes, la pandemia global ha traído como consecuencia una tormenta económica perfecta para México. El descenso en la actividad económica de Estados Unidos, el principal socio comercial de México, y el colapso de los precios internacionales del petróleo asestaron un duro golpe a la economía mexicana dependiente del petróleo y de Estados Unidos. También lo hizo la gran interrupción de los viajes internacionales a una economía donde el turismo representa más del 8% de su PIB.


Si bien la economía mexicana estaba destinada a verse dañada por la pandemia, no había otra buena razón que la incompetencia del gobierno para esperar que el PIB de México cayera casi un 19% en el segundo trimestre de este año. Tampoco había ninguna razón para esperar que los bancos de inversión estadounidenses estuvieran proyectando ahora una caída del PIB mexicano de más del 10% para el 2020 en su conjunto, en un momento en que esperan alrededor de la mitad de esa caída en otras economías latinoamericanas.


El mal manejo de AMLO de la pandemia ha contribuido al malestar económico del país. No solo fue dolorosamente lento para reconocer la gravedad de la pandemia, sino que estaba demasiado ansioso por relajar las restricciones de cuarentena que finalmente se introdujeron de forma tardía. Tampoco ha ayudado que, al igual que Donald Trump, AMLO ha desafiado constantemente a sus autoridades de salud pública sobre la necesidad de distanciamiento social, ha seguido realizando manifestaciones políticas y ha menospreciado la necesidad del uso de mascarillas y/o protectores faciales.


Una forma más sorprendente en la que AMLO ha ayudado a profundizar la recesión inducida por la pandemia en México ha sido su renuencia de abrir las finanzas públicas para brindar apoyo a la economía en crisis. Según el FMI, el apoyo presupuestario que México ha brindado a su economía para amortiguar las consecuencias de la pandemia ha sido de poco más del 1% del PIB. Eso es menos de un tercio del apoyo presupuestario que otros mercados emergentes han brindado a sus economías. Esto es aún más sorprendente si se tiene en cuenta que la deuda pública de México todavía se encuentra en un nivel moderado y que todavía tiene un superávit presupuestario primario.


Para agravar los problemas económicos de México, el declive de la economía y el aumento de la tasa de desempleo han estado acompañados de un repunte de la inflación. Esto ha sido en gran parte el resultado de la caída de casi 20% en la moneda mexicana desde el comienzo del año, ya que los inversionistas se inquietaron cada vez más sobre la dirección de la economía mexicana y el Banco de México se vio obligado a reducir las tasas de interés.


Todo esto sugiere que la economía mexicana está particularmente mal posicionada para resistir una segunda ola de la pandemia global o un endurecimiento apreciable de las condiciones de liquidez global. Cualquier falla de la economía mexicana para realizar una recuperación temprana podría constituir un viento en contra para la recuperación económica de Estados Unidos, y por lo tanto sobre Canadá y las economías emergentes, mayoritariamente latinoamericanas, dependientes de la economía estadounidense.

martes, 6 de octubre de 2020

Chinchero: Mas allá del problema político

El aeropuerto de Chinchero en Cusco ha sido una obra que por muchas décadas el pueblo cusqueño, al sur de Perú, ha esperado para promover el mayor dinamismo económico en esta ciudad peruana. Con un fuerte incremento de la afluencia turística en Cusco debido a la mayor popularidad de Machu Picchu, luego de haber sido declarado como una de las siete maravillas del mundo, la capacidad instalada del actual aeropuerto del Cusco ha quedado bastante limitada, por lo que el aeropuerto de Chinchero era una urgencia para no afectar al sector turístico del país que ha venido cuesta arriba en los últimos años.


La ejecución de esta importante obra de infraestructura pública en el Perú desató un escándalo político en Perú por supuestos sobrecostos y corrupción de funcionarios por la designación inadecuada de la empresa encargada (Andino Investment Holding - AIH) de la licitación para la construcción de la gigante obra. Esta crisis política llevó a que el actual presidente peruano Martín Vizcarra, quién en ese entonces era Ministro de Transportes y Comunicaciones, se vio en la necesidad de renunciar a su cargo.


Pero, dos años antes del escándalo político en Perú, el Bank of New York Mellon analizó una transferencia que se realizó en febrero del 2015, por USD 98,000. Como consecuencia puso bajo la lupa a la empresa argentina Corporación América – el grupo económico que lidera Eduardo Eurnekian – y a su socia peruana para el aeropuerto de Chichero en Cusco, Andina Investment Holding (AIH).

En junio del 2015, el banco neoyorquino envió un reporte de operaciones sospechosas al FinCEN (Financial Crimes Enforcement Network) - organismo de Prevención de Lavado de Activos de Estados Unidos – con un detalle de 3,239 transferencias. Entre ellas se encontraba la transferencia por USD 98,000 que terminó en una cuenta de la financiera uruguaya Columbusnet S.A. en las Islas Caimán.

Sin embargo, dicha transferencia no salió de las cuentas de Corporación América ni de su socia AIH sino por cuenta y orden de una subsidiaria peruana de ese consorcio llamada Proyecta & Construye S.A.

La sociedad entre Corporación América y AIH nació en el 2008. Juntas tienen la concesión de cinco aeropuertos del sur de Perú: Arequipa, Ayacucho, Juliaca, Puerto Maldonado y Tacna. En el 2004, durante el gobierno de Ollanta Humala conformaron el consorcio “Kuntur Wasi” y ganaron el concurso del Nuevo Aeropuerto Internacional Chinchero-Cusco bajo la modalidad público-privada.


Corporación América y AIH fundaron una subsidiaria, Proyecta & Construye S.A., a la que subcontrataron en obras para sus aeropuertos. En el caso de Cusco, le encargaron la planificación, ingeniería y construcción del aeropuerto de Chinchero. Es decir, le otorgaron a su subsidiaria casi toda la obra.

Giuliana Cavassa, Gerente de Asuntos Institucionales de Andino Investment Holding, y voceros de la Corporación América defendieron la legalidad de la transacción indicando que esa operación, señalada por FinCEN como sospechosa, fue por el “pago de unas facturas a Estudio GF S.A.”, empresa contratada para la elaboración del anteproyecto para las instalaciones de aire acondicionado y la certificación LEED.


Estudio GF S.A. es una compañía argentina, con sede en Buenos Aires, dedicada a la tramitación de certificación LEED (Leadership in Energy & Environmental Design) para edificios sostenibles. Tomando eso como base, ¿Porqué se usó la cuenta de Columbusnet S.A. en Islas Caimán para realizar esos pagos? De acuerdo con Cavassa, se hizo así porque “probablemente el proveedor lo solicitó de esa forma”. Cavassa ha insistido en que no tienen cuentas en Islas Caimán y no conocer a la financiera Columbusnet S.A. Pese a ello, el ingeniero Carlos Grinberg, del Estudio GF S.A. aseguró que “Se presentó un anteproyecto de la obra de Chinchero, pero nunca cobramos nada por el trabajo, solo gastos, porque la obra no se hizo”. Si, según Estudio GF S.A., ellos no cobraron nada, ¿Quién le pidió hacer la transferencia a AIH a las cuentas de Columbusnet S.A. y por qué motivo?

AIH asegura que la transferencia reportada como sospechosa corresponde a dos facturas emitidas por Estudio GF S.A., con fecha 09 de enero del 2015, con el concepto: “Certificado N°1 LEED” para los planos del aeropuerto. La primera factura fue por USD 71,925.76, y la segunda factura fue por USD 26,160 (sumando un total de USD 98,085.76). El titular de Columbusnet S.A., Sergio Polite, respondió por su parte que su financiera “debe abstenerse de revelar a sus clientes y las actuaciones que se estén realizando”.

Mientras tanto, en Perú, las sospechas se ciñeron sobre el consorcio “Kuntur Wasi” tres años después de la firma del contrato por el aeropuerto de Chinchero-Cusco, cuando se aprobó una adenda que modificó las condiciones iniciales del financiamiento de la obra. Según un informe de la Contraloría General de la República del Perú, la adenda podría perjudicar el tesoro público al provocar “una variación en la asignación de riesgos financieros” con la mayoría de la carga sobre el Estado Peruano y un presunto perjuicio de unos USD 40 millones.

Además de ello, el replanteó contractual implicó el retraso del inició de la obra y posteriormente la suspensión del contrato ante los señalamientos de sospechas de corrupción y lavado de activos. Tras esa decisión oficial, Corporación América acudió al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) y demandó al Estado Peruano.

En ese contexto, un fiscal del equipo peruano del caso “Lava Jato” abrió una investigación con la hipótesis de que la adenda podría ser el resultado de negociaciones espurias. Ese primer fiscal terminó apartado de la investigación, pero antes llegó a allanar la sede de Proyecta & Construye S.A., y consideró que la firma podría haberse utilizado como una “sociedad pantalla” para pagar sobornos a los funcionarios peruanos que aprobaron los cambios en el contrato inicial.

Corporación América, por su lado, rechazaron esta hipótesis y señalaron que la denuncia debe contextualizarse en las peleas partidarias que sacuden a Perú desde hace años. Agregaron que “las transferencias de fondos a Proyecta & Construye fueron para financiar las etapas iniciales críticas del proyecto (estudios de ingeniería, costos de licitaciones, estudios ambientales, etc.).

En tanto, la segunda fiscal del caso, Zoila Sueno, imputó a empresarios y funcionarios peruanos por presunta defraudación patrimonial al Estado. Según su acusación, la adenda era "lesiva" para el Estado Peruano porque establecía que el país "asumía el riesgo por financiación de la obra", algo que, en principio, iba a ser financiado por bancos internacionales.


La investigación giró entonces en torno al financiamiento de la obra y sobre el perjuicio de la adenda contra el Estado Peruano. Desde Andino, en tanto, aseguraron que el Estado siempre debió hacerse cargo de una parte de la obra (USD 265 millones) y que la adenda "solo cambió el mecanismo de financiamiento".

Con el paso del tiempo, el tramo inicial de la investigación por el presunto pago de sobornos se archivó en Perú. Pero continúa abierta la pesquisa por la adenda del contrato.

En Argentina, por su parte, la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) denunció a Corporación América en el 2018, por el presunto delito de soborno transnacional. Consideró que la adenda del contrato "permitiría sospechar la falta de transparencia en las negociaciones previas a dicho acto".


A fines de 2019, sin embargo, el fiscal Taiano recomendó el archivo de la investigación local. Remarcó que "no se encuentran imputados ni investigados ninguno de los empresarios argentinos, sino solo los de nacionalidad peruana".

lunes, 5 de octubre de 2020

Pandemia Política

La COVID-19, que apenas cuenta con 11 meses desde que se identificó el caso cero en la provincia de Wuhan en China, ha ido mostrándonos, a lo largo del 2020, nuevos indicios sobre su comportamiento, las formas de contagio, su composición, efectos colaterales y potenciales maneras de poder luchar, de forma médica, contra esta nueva cepa de coronavirus.


Lo cierto es que no sólo nos ha ido mostrando aspectos nuevos en materia médica y científica, sino también nos ha mostrado las carencias y debilidades de la sociedad y la política en el mundo. La COVID-19 nos ha remecido contra la realidad que pasa desapercibida en el día a día, o que es utilizada para fines altruistas más que para realmente modificar las bases y estructuras de nuestras sociedades.


Entre los aspectos más crudos que nos ha mostrado la COVID-19 es la fuerte ausencia de infraestructura médica suficiente, tanto que incluso los países más desarrollados han visto a sus sistemas de salud rendirse ante la presencia de este nuevo virus. Las imágenes de los hospitales rebasados en España, Italia, Estados Unidos, entre otros países, ponen al descubierto como la salubridad ha pasado a un segundo plano en las prioridades del mundo. Han pasado mas de 102 años desde la ultima pandemia letal que ha sacudido a todo el mundo, y en todo este tiempo, el desarrollo médico y las políticas de salud publica parecen haber sido insuficientes para contener el avance de la COVID-19. Esto, a pesar de que en los últimos 20 años hemos experimentado epidemias de fuerte impacto como la gripe aviar, la gripe originada por el virus AH1N1, entre otros. Sin embargo, pese a este preludio, los países del mundo liderados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) no han podido trabajar de forma conjunta para tener una mejor preparación en salud pública.



Esta infraestructura de salud insuficiente ha sido más evidente en Latinoamérica dejando atrás a los países africanos. Al corte del 04 de octubre 2020, de los 10 países con mayores incidencias de fallecimientos, 5 son latinoamericanos. 


Pero, no solo la brecha en tecnología e infraestructura en Salud ha sido desnudada sino también las desigualdades sociales y económicas. Países como Brasil, México, Perú, Colombia y Chile nos han mostrado que las décadas de milagro económico en la Alianza del Pacifico han forjado una buena base macroeconómica sustentada en el crecimiento económico explicada por actividades primarias y algunas terciarias, pero que no se ha logrado crear condiciones de desarrollo económico suficiente para dar respuestas apropiadas ante una crisis mundial como esta.


Durante todo el 2020 la dicotomía que han enfrentado los gobiernos, sobre todo los latinoamericanos, respecto a la salud publica versus la salud económica de sus países, ha tenido vaivenes. Es justamente en Latinoamérica donde no solo se registran las mayores incidencias de contagio y fallecimientos por COVID-19 sino también la perspectiva sobre el impacto negativo en la economía es más fuerte; es en esta región donde se avizoran las caídas económicas mas fuertes en el mundo para el cierre del 2020.


Sobre esta base, muchos de los gobiernos han empezado a hacer cálculos políticos sobre el manejo de la pandemia. Desde el inicio de la pandemia, personajes como Jair Bolsonaro (presidente de Brasil), Andrés Manuel López Obrador (presidente de México), Donald Trump (Presidente de Estados Unidos) o Boris Johnson (Primer Ministro del Reino Unido), minimizaron los efectos de la COVID-19 y por el contrario incentivaban a que la población continuara con sus actividades económicas diarias sin detenerse. El efecto inmediato fue que se convirtieron rápidamente en los países con mayores niveles de contagio y fallecimientos por la COVID-19, y además el impacto económico posterior se empezó a sentir con fuerza en estos países.


El caso de Estados Unidos es un caso aparte, Donald Trump ha hecho gala de la peor forma de hacer política. Si antes de la pandemia, Trump ya era un personaje quien se caracterizaba por la altanería, actitudes matonescas y por un absurdo nivel de supremacía, ahora con la pandemia y a portas de las elecciones de noviembre 2020, han hecho de Trump un caso crítico de desesperación por ganar votos. A pocas semanas de las elecciones, la pandemia pasó por encima de él, y el riesgo que no sea reelecto es muy alto, motivo por el que pese a que acaba de ser diagnosticado con COVID-19, ha vuelto a salir a las calles en clara actitud irresponsable.


De esta forma, la pandemia no sólo nos ha mostrado la crítica situación de la salud pública, sino que ha revelado las peores facetas políticas de los principales líderes del mundo. Esa faceta en la que la vida de las personas pasa a un segundo plano y se prioriza el cálculo político y los intereses personales.