La situación política del país cambia
todos los días, a consecuencia del escándalo de corrupción que afecta al
Sistema Judicial, y de la lucha que se ha desatado desde el Poder Ejecutivo y
la Sociedad Civil frente a estos denigrantes hechos.
Después de los infames audios
entre el entonces magistrado Hinostroza Pariachi, miembros del Consejo Nacional
de la Magistratura (CNM), diversos jueces, fiscales, políticos, empresarios, deportistas
y demás funcionarios y trabajadores de la administración pública, se destapó
toda la podredumbre del aparato judicial en el Perú, y fue la excusa perfecta
para cumplir uno de los objetivos del reciente gobierno entrante de Martín
Vizcarra, la lucha contra la corrupción.
Sin embargo, una pregunta latente luego de conocer el estado actual del aparato judicial es ¿Qué tan politizado y criminalizado se encuentra el Sistema Judicial Peruano? Para responder a esta pregunta hay que remontarnos a la década de los 80, momento en el que el aprismo empezó una labor de insertarse en el Poder Judicial de manera progresiva.
Con la llegada de Fernando
Belaúnde a la presidencia en 1980, el parlamento tenía una fuerte presencia de
apristas, tanto en la cámara de diputados como de senadores, quienes se encargaron
de nombrar personas claves en los poderes del estado autónomos, vinculados con
el aparato judicial (Poder Judicial, Fiscalía, entre otros), y que a su vez
contrataban personas del partido aprista para los mandos medios de estas
instituciones.
Para 1985, el APRA gana por
primera vez la Presidencia de la República, y Alan García se convierte en el
presidente más joven de la historia del Perú. Con su llegada a la presidencia,
el copamiento de militantes apristas en el aparato estatal fue inminente, y las
instituciones del sistema judicial no fueron la excepción. El Poder Judicial,
el Ministerio Público, y demás instituciones, fueron plagados de apristas a
todo nivel, desde las bases hasta las cabezas de dichas instituciones. Ese
quinquenio, aquel Poder del Estado que debe mantener autonomía respecto del
Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo, perdió dicho atributo y se sometió a
los mandatos del gobierno de García. Este hecho, en años posteriores, marcarían
un hito en la politización del Sistema Judicial, útil para el encubrimiento de
las múltiples acusaciones contra García y la cúpula del partido aprista, así
como arma política por excelencia del Partido Aprista Peruano.
Y es así que con la llegada de
los 90, Alberto Fujimori se convierte en Presidente de la República, y la persecución
por las múltiples acusaciones contra García eran pan de cada día, sin embargo,
éste se había exiliado en París y posteriormente en Bogotá hasta el 2001. Pese
a ello, jamás se inició ni un proceso de extradición o expulsión de estos
países, y García pudo vivir tranquilamente fuera del país por más de una
década. Este “beneficio” fue una de las primeras muestras que el aparato
judicial tenía la balanza a favor del APRA.
Durante el gobierno fujimorista,
Alberto Fujimori logró cubrir los puestos claves del Sistema Judicial con
personas aliadas a él, cubriendo de esta manera la Fiscalía, el Poder Judicial,
el Tribunal Constitucional, el Consejo Nacional de la Magistratura, entre
otros. Pese a estos esfuerzos de repetir la historia aprista, Fujimori nunca
logró enquistar partidarios afines a su gobierno en la estructura completa del
aparato judicial, y sólo logró cubrir las cabezas de estas instituciones.
Esta estrategia fue muy útil
mientras Fujimori estaba en el gobierno, sin embargo, fue contraproducente para
él y los funcionarios del gobierno fujimorista, una vez que dejaron de
gobernar. Esto, ya que una vez que Fujimori renunció a la presidencia, las
cabezas de estas instituciones fueron destituidas y encarceladas.
Luego de la caída del gobierno de
Alberto Fujimori en el 2001, García regresó al país y sus acusaciones
prescribieron y/o fue absuelto de todos los cargos que se le imputaban. Pese a
las evidencias del desastre económico, político y social que había dejado en
1990, de los actos de corrupción, de las acciones inconstitucionales (como el
caso de la Estatización del Banca) y de acusaciones por delitos de lesa
humanidad (como el caso del escuadrón paramilitar Rodrigo Franco), la justicia
peruana no encontró culpabilidad en García, y en la mayoría de casos, en los
que no prescribió la acusación, se declaró que no había pruebas suficientes
para mostrar culpabilidad. Este acto escandaloso de impunidad fue otra muestra
que García y el APRA contaban con el Poder Judicial cómo aliado y arma
política.
Este blindaje hacia García le
permitió postular a la Presidencia en el año 2001, sin éxito, y luego en el
2006, y así convertirse nuevamente en Presidente de la República.
Por otro lado, Fujimori fue
perseguido judicialmente, capturado y extraditado de Chile en el 2005,
claramente la justicia no jugó a favor del expresidente, ya que la estrategia
de copamiento fue débil y no perduró en el tiempo. Como consecuencia, Fujimori
terminó preso por crímenes de lesa humanidad y corrupción.
Durante el segundo gobierno
aprista, la alianza implícita que se formó entre el APRA y el fujimorismo, en
ese entonces liderado por Keiko Fujimori como la congresista más votada, se
hizo más fuerte. Esto, permitió que
Keiko empezará a forjar un nuevo legado fujimorista sobre bases similares a lo
que construyó el aprismo en su momento.
En ese sentido, la lideresa del
fujimorismo optó por empezar a construir una estrategia similar a la de García,
empero en este camino se encontró con un obstáculo, los audios del Consejo
Nacional de la Magistratura (CNM). Estos revelaron los errores en esta estrategia,
y Keiko quedó al descubierto de toda la maraña que estaba en proceso de
construcción.
Esta crisis del Sistema Judicial
ha permitido desnudar décadas de corrupción que ha invadido el Poder Judicial y
el Ministerio Público. Una triste realidad que no sólo ha beneficiado a los
autores de estas estrategias, sino que además afectó a muchos inocentes, tanto
víctimas sin justicia como sentenciados de forma injusta.
Ergo, el liderazgo del ejecutivo
y de un sector importante de la sociedad civil, está ejerciendo presión para
poder limpiar este poder del estado y realmente ejercer la justicia que nunca
debió dejar de proveerse.
Esta lucha se muestra verdadera y
da señales que avanza a pasos agigantados en cortos periodos de tiempo. Cómo
toda lucha, se esperaba ataques del enemigo, y tal cuál es lo que ha ido
sucediendo desde que se destapó todo este escándalo. Ataques que se basan en el
ejercicio del poder desde el legislativo y de las alianzas formadas con las
redes oscuras del poder judicial en el país, aún no descubiertas.
Queda mucho pan por rebanar, pero a pesar del
ruido político que ha despertado este caso, a nivel internacional el país está
siendo reconocido por tomar el liderazgo en la lucha frontal contra la
corrupción. Esta lucha es dura y cruenta en las arenas políticas, pero
necesaria para lograr mejores niveles de desarrollo que
el país tanto necesita.
Excelente!!!
ResponderEliminarMuchas gracias!!
EliminarFelicitaciones,
Eliminar¡Muchas gracias!
ResponderEliminarNo olvidemos que la mafia se ha ido enraizando, está en nosotros mismos cambiar esa situación!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, al final la sociedad elige a quiénes sienten que los representa. Ergo, la sociedad necesita cambiar para que las elecciones sean acordes a esta nueva idiosincrasia. Muchas gracias por comentar. Saludos!
EliminarNo olvidemos que la mafia se ha ido enraizando, está en nosotros mismos cambiar esa situación!
ResponderEliminarTodos los peruanos decentes hagamos una reingeniería en la política, no seamos parte del problema, seamos parte de la solución.
ResponderEliminarExacto!
EliminarTe olvidaste de mencionar la importante participación de la prensa peruana socia y amiga del poder corrupto de estos 2 partidos políticos más corruptos del Perú, la monopolizacion de los medios de comunicación.
ResponderEliminarEs cierto, ese nivel delincuencial tienen apoyo de todos los frentes. La prensa no es excepción y lo hemos visto y lo seguimos viendo ahora con jaime de althaus, milagros leiva, entre otros fujiapristas
EliminarHa sido muy interesante compartir comunicación con ustedes, es muy aleccionador!
ResponderEliminarGracias a ti, la retroalimentación es importante para aprender
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